Si se desea tener un matrimonio feliz hay que tener presentes varias ideas claves:
Buscar a alguien que se esfuerce por ser un buen Católico, responsable, industrioso, sincero y leal. Elegir a alguien que sea casto y que valore mucho la virtud de la pureza. Esto asegurará que él/ella valoren al individuo como persona, no como compañero sexual. La compatibilidad de caracteres y el conocimiento mutuo, especialmente de las debilidades y defectos, son factores importantes.
Considerar el matrimonio como una vocación a la santidad en el contexto de cuáles virtudes humanas tienen que desarrollarse:
Estar dispuesto a recibir formación continua sobre la fe Católica y las enseñanzas sobre el matrimonio y la vida familiar.
Hacer la vida familiar placentera, ser siempre gentil y amable.
Tener una vida llena de optimismo y alegría, porque es necesario tener la actitud correcta.
Tener sentido del orden, porque el orden conduce a Dios.
Ejercitar la renuncia y olvidarse de uno mismo para que la persona pueda darse el verdadero secreto del amor.
Ser generoso, especialmente para aceptar todos los hijos que Dios mande.
Tratar siempre de ser paciente en tiempos de pruebas.
Ser comprensivo, tener un corazón que ame a todos en el hogar.
Estar dispuesto a perdonar, una y otra vez, y determinar si el/ella también lo desean.
Practicar la lealtad, la cual es amor mutuo y exclusivo entre marido y mujer.