Fundamentalmente se basa en evitar la exposición al alergeno. Los pacientes
deben ser informados sobre el comienzo, duración y finalización de aquellos
pólenes a los que tienen alergia, para que de esa manera sepan cuando deben de
iniciar y finalizar las medidas de evitación y tratamiento medicamentoso.
Los recuentos diarios de pólenes que se dan en los medios de comunicación,
también pueden ser de ayuda para este objetivo. Estos recuentos se informan
como granos por metro cúbico, y es muy importante conocer su concentración
atmosférica cada día, porque así, al saber aproximadamente qué concentración de
pólenes desencadena los síntomas, se adoptan las medidas de prevención
necesarias.
Las medidas de evitación se basan principalmente en mantenerse durante el
pico de polinización el mayor tiempo posible en el interior de las casas con
las ventanas cerradas siendo útil el uso de aire acondicionado con filtros
tanto en casa como en el coche. Estas medidas son difíciles de cumplir, dada
las diversas actividades que desarrollan las personas a diario. Por ello, en un
gran número de casos, es necesaria la utilización de medicación para controlar
los síntomas y/o inmunoterapia para mejorar la calidad de vida de éstos
pacientes.
Debe consultar a su médico, quien recopilará su historial clínico y
realizará las pruebas diagnósticas necesarias para determinar exactamente que
tipos de polen están implicados.
En algunos casos, si procede, se le indicará un tratamiento específico, la
inmunoterapia, conocido popularmente como las vacunas, este tratamiento debe
ser indicado por un especialista en alergología y siempre aplicado bajo control
sanitario.