Primeros dientes – Bocadito a bocadito
Seguro que ya te estarán entrando ganas de darle algún alimento semisólido a tu bebé.
Alrededor de los seis meses será el momento más idóneo para empezar a incluir este tipo de alimentos en su dieta diaria.
Esto sí, esto no
Seguro que se te plantearán un montón de dudas acerca de que puede comer o no, así que intentaremos resolvértelas de la manera más eficaz posible.
En primer lugar recuerda que antes de los cuatro meses no debes incluir estos alimentos en su dieta, pues aún es muy pequeño para digerirlos.
Lo mejor será que comiences dándole papillas de verduras, puré de frutas y caldos.
Una vez que veas que poco a poco se va acostumbrando a ellos podrás añadir a su dieta carne de vaca y de ave.
Lo tendrás que hacer poco a poco, pues no olvides que estos alimentos son completamente nuevos para tu bebé, y al principio seguro que le resultarás extraños y los rechazará.
Poco a poco
Los vegetales verdes, fideos, sémola, legumbres, huevos, postres, arroz, manteca y crema de leche podrás incorporar a su dieta un poco más adelante.
Cuando el niño esté cerca de cumplir el año ya podrá comer pescados, cereales, salsa blanca, ricota y verduras blancas.
Suele ser habitual que algo tan común como la leche no sea bien aceptada por tu bebé. Muchas madres se agobian muchísimo con este tema, pero no es para tanto porque la podrás suplantar por otros alimentos.
Un vaso de leche equivale a una porción de queso del tamaño de una caja pequeña de fósforos, la mitad de un yogurt o 2 cucharas de queso blanco.
Tranquilidad
No debes sobrealimentar al niño ya que este puede ocasionarle diversos trastornos alimentarios.
Si el niño mantiene una curva adecuada de progreso de peso significa que come lo suficiente por lo que no es necesario darle ningún suplemento.
Es importante que sepas que hay muchas patologías que pueden necesitar una dieta especial. Si se diera este caso con tu hijo lo mejor será que lo consultes con tu pediatra, para que él te indique los alimentos más idóneos.