Receta peruana de Dulce Suspiro Limeño
Dulzuras peruanas
En la cocina peruana, los dulces cuentan con una historia bastante larga. Ya antes de la llegada de los españoles los dulces eran centro de mucha atención. Aunque no usaban el azúcar, que al parecer no conocían, supieron desarrollar el manejo de las frutas para hacer los dulces.
Los dulces en Perú datan de la época de la colonia. Los Incas no usaban el azúcar porque no había en América. Las mujeres se comparaban no como ahora, por capacidades profesionales, o talentos, sino por lo buenas que eran para hacer los dulces. Cuando con los españoles vino al continente la caña de azúcar, los postres se sofisticaron muchísimo y Perú durante muchos años fue uno de los consumidores principales de azúcar.
Hoy en día el más pedido es el Suspiro limeño, un postre dulcísimo y exquisito.
Sobre el origen de su nombre hay una doble versión: “El poeta César Gálvez lo bautizó así porque decía que era suave y dulce como el suspiro de una mujer, que dicho sea de paso su esposa era una excelente cocinera. La otra versión que hay es que el postre es tan sensible que se dice que en un suspiro se te pasa y se te quema”.
Receta de Suspiro Limeño
Ingredientes:
- 1 lata de leche condensada
- 1 taza de leche fresca, entera
- 4 yemas de huevo
- Esencia de vainilla, una cucharadita
- 4 claras
- Almíbar
- Oporto
Preparación:
Mezclar los dos tipos de leche en una cacerolita a fuego bajo durante más o menos 40 o 45 minutos hasta que espese, revolviendo siempre para que no se pegue.
Retirar del fuego y añadir suavemente las yemas previamente batidas.
Unir bien todos los ingredientes de modo que no queden hilos de yema sin incorporar a la mezcla y agregar la vainilla.
Poner en unas compoteras, en las cuales va a servirse el postre, y dejar enfriar en la heladera.
Batir las claras a nieve.
Añadir al almíbar el Oporto, cantidad a gusto, calentándolo para volatilizar el alcohol.
Agregar este almíbar a las claras, suavemente, cuidando de no bajar el batido.
Poner en manga de decorar y hacer copitos generosos en las compoteras.
Nota: el postre es muy delicado, y es importante no dejar de revolver mientras se encuentra sobre el fuego, que debe ser lo más bajo posible. Cualquier descuido puede implicar que el postre se queme.