Además de los alergenos que producen la alergia (un paciente alérgico a los gatos puede tener una crisis si se expone a su contacto), numerosos factores inespecíficos pueden provocar una crisis de broncoespasmo, sin que ello signifique que exista una alergia a los mismos.
Así, el humo de tabaco, el contacto con sustancias irritantes como la lejía o el amoníaco, los procesos catarrales, el frío intenso, la contaminación ambiental o un ejercicio inadecuado, pueden hacer que suframos una crisis de asma.
Sin embargo, excepto en situaciones aisladas, como la del asma por irritantes o el asma por ejercicio, estos desencadenantes no son la causa primaria del asma.