Han sido definidos como pequeñas partículas proteináceas que son resistentes a la inactivación por procedimientos que modifican los ácidos nucléicos.
Otra definición de prion es la forma alterada de una proteína celular funcional que ha podido perder su función normal pero que ha adquirido la capacidad de transformar la forma normal en patológica.
Los mamíferos tienen en su genoma genes que codifican la proteína priónica(PrP), y esta proteína en condiciones normales tiene una configuración espacial de tipo hélices alfa, que es susceptible a la lisis por proteasas y no es patógena. Los priones no son seres vivos ni tienen la capacidad de infección como tal.
La patogénesis de estas proteínas se produce cuando tienen bien una mutación (esporádica o adquirida genéticamente) o bien un cambio conformacional inducido por PrP-Sc (patógena) de otro individuo.
El cambio conformacional o las mutaciones hacen que la PrP tenga una estructura tridimensional diferente constituida por hélices beta con agregados amorfos insolubles (PrP-Sc), de manera que se hace imposible su lisis por las proteasas, produciéndose su acúmulo en los lisosomas de las células de los tejidos afectados y originando así las enfermedades priónicas.
Se han establecido dos modelos de autopropagación de la enfermedad:
Desnaturalización-renaturalización catalizada: Desnaturalización y renaturalización de la cadena peptídica catalizada enzimáticamente, donde PrP es el sustrato y PrP-Sc es el producto de la reacción.
Polimerización nucleada por condensación no covalente: Equilibrio de asociación por enlaces químicos.
Las enfermedades priónicas ¿son adquiridas-infecciosas o hereditarias?
Pueden ser de ambos tipos. En humanos se conocen varios tipos de raras enfermedades priónicas hereditarias, como son el Síndrome de Gerstmann-Straussler-Scheinker (GSS) que produce entre la 4ª-5ª década de la vida ataxia y otros problemas motores, siendo menos frecuente la demencia y el insomnio familiar fatal (IFF) que suele producir lesiones talámicas asociando insomnio y demencia progresiva. En estas enfermedades hay mutaciones de la proteína priónica que se transmiten genéticamente, que la hacen susceptible de cambiar su conformación.
También pueden aparecer mutaciones esporádicas no hereditarias como ocurre en la enfermedad de Creutzfeld-Jacob (CJ), en la que aparece demencia progresiva con mioclonías en pacientes de unos 60 años de edad, cuya incidencia es de 1 enfermo por millón de habitantes y año.
Sin embargo, por otra parte, también se ha demostrado a nivel experimental que estas enfermedades pueden ser transmisibles de unos individuos a otros, produciendo el cambio conformacional de las hélices alfa a hélices beta al entrar en contacto la proteína priónica del individuo sano con la proteína priónica patógena, y tras la muerte de la célula enferma se diseminan los priones patógenos que contienen sus lisosomas, propagando la enfermedad.