– Empeñarse en seguir la tradición y trinchar las carnes ante los invitados no deja de tener sus riesgos, desde salpicar con la salsa o con el aceite hasta tirarle algún trozo de la pieza a algún invitado.
Por esto, si no lo has hecho nunca, lo más aconsejable es que practiques unos días antes del convite o que te decidas por hacerlo en la cocina.
Si se trata de aves como el pollo, pato o faisán, se empieza por separar las alas, después los muslos, las patas, y finalmente se parte la pechuga con unas tijeras.
Las patas o las paletillas de lechal no ofrecen dificultades, pues se trata simplemente de cortar lonchas no muy gruesas, en sentido oblicuo, y de ir contorneando el hueso.
Finalmente el redondo de ternera exige que se corten unos medallones de grosor medio.