Comenzar a practicar masajes al bebé desde que nace es una ayuda
valiosísima para favorecer sus primeras conexiones neuronales. Los
masajes deben ser un juego para el adulto y el niño, además de un medio
de comunicarse y estimular el desarrollo. Con el roce de
nuestras manos se produce un primer paso para la comunicación
paterno-filial. Por tanto su desarrollo físico debe ir parejo con el
emocional y afectivo, para ello, debemos realizar los ejercicios
hablando continuamente con él.