3 a 4 tazas de leche desnatada o semidesnatada o yogur para aportar calcio, vitamina D, riboflavina.
5 o más raciones de frutas frescas, congeladas, crudas o cocidas y o verduras, principalmente amarilla, naranja, verdes
oscuras o rojas.
2 porciones (60 a 90 g cada una) de alimentos proteínicos magros como pollo, pavo, pescado, carne de res magra, carne
de cerdo magra.
6 a 11 porciones de granos, panes y cereales (de preferencia de grano entero), pasta, arroz, patata y otros alimentos para
satisfacer las necesidades energéticas.
Pequeñas cantidades (tal vez una vez al día) de alimentos ricos en grasa y en azúcar, como postres, refrescos, dulce, galletas,
pasteles, que tienen poco valor nutritivo.