Las causas de fatiga son muchas: tensión, depresión, ciclos circadianos, enfermedades. Respecto a la nutrición la fatiga se asocia con falta de energía y algunos micronutrimentos dentro de los cuales es importante el hierro. Este participa en la utilización y transporte del oxígeno necesario para el organismo, por lo que si hay una deficiencia de hierro en el organismo se produce cansancio y disminución en la capacidad para realizar trabajo físico.
Es necesario evaluar si tu consumo de hierro es adecuado de acuerdo con las recomendaciones diarias según tu edad, sexo y maduración sexual.
Una forma práctica de evaluar tu consumo de hierro es a través de la evaluación de la dieta según la biodisponibilidad del hierro, es decir qué tanto lo aprovecha tu organismo según las fuentes de alimentos que consumes. La dieta puede ser:
. Con baja biodisponibilidad de hierro: es una dieta monótona basada casi exclusivamente en el consumo de cereales y tubérculos. El consumo de productos animales, frutas y verduras es muy bajo.
. Con biodisponibilidad intermedia de hierro: está basada casi exclusivamente en cereales y tubérculos e incluye algunas fuentes de origen animal, frutas y verduras; además se consume té y café habitualmente.
. Con alta biodisponibilidad de hierro: son variadas y proporcionan cereales, tubérculos, productos de origen animal como carne, pollo, vísceras y se acompañan con vitamina C diariamente. Los alimentos que proporcionan vitamina C son: naranja, toronja, limón, guayaba, zapote negro, chiles, coliflor, brócoli, coles de Bruselas. El consumo de café y té es esporádico.
La dieta que se recomienda es la de alta biodisponibilidad de hierro.