Hasta ahora, el embrión ha sido una simple masa de células, pero a
partir de este momento de su embarazo comienza a tomar una forma
específica. El tubo neural, que posteriormente formará la médula
espinal y el cerebro, recorre al embrión de arriba abajo. Un bulto en
el centro del embrión se convertirá en el corazón del bebé. En este
momento se forma la placenta. Es a través de la placenta y de sus
prolongaciones en forma de dedos, llamadas vellosidades coriónicas,
que el embrión recibe nutrientes de la madre.