Vitaminas extra.
Todos los tipos de pelo necesitan vitaminas; pero sobre todo, los débiles, teñidos o moldeados. Para fortalecer tu pelo, lo mejor es que sigas una alimentación variada: come frutas, verduras, pescado, leche, frutos secos, cereales, huevos y evita las grasas. Y también puedes tomar a diario una cucharadita de levadura de cerveza o de lecitina de soja se compra en herbolarios. Notarás los resultados.
Mascarilla casera.
Para hidratar tu pelo y mejorar su textura y suavidad, date una mascarilla dos veces por semana con el pelo húmedo y déjala actuar unos minutos. También puedes aplicar aceite de almendras dulces que podrás comprar en herbolarios. Ponte un gorro de ducha y deja actuar media hora. Luego, lávate bien el pelo.
Puntas abiertas.
Vigila el estado de las puntas. Queda fatal llevarlas abiertas y estropeadas. Para sanearlas, córtate el pelo cada dos meses. Si ya están abiertas, aplica un sérum reparador o vaselina. Y cuidado al secarte el pelo con una toalla: Si la frotas con mucha fuerza, las puntas se abrirán.