¡Ojo con el secador!
Siempre que puedas, deja secar tu pelo al aire, así evitarás estropearlo. Si utilizas el secador, procura no acercarlo en exceso, manténlo alejado 20 cm. y utiliza el aire templado, nunca muy caliente. Hazte con un secador profesional, que permite regular la intensidad del aire y el calor.
Maneja tu pelo.
Cada vez hay más productos en el mercado para hacer lo que quieras con tu pelo. Elige el que más te guste, según el efecto que desees conseguir: Para fijar un peinado, usa espuma, laca o spray fijador; para alisar o rizar, utiliza gel alisante o voluminador; para crear un efecto mojado o un estilo despeinado, lo mejor son las ceras o cremas modelantes, y para aportar brillo, utiliza un sérum.
Accesorios.
Utiliza peines de concha o cepillos de cerdas naturales. Lávalos una vez al mes, sobre todo si tienes el pelo graso, ya que un peine o un cepillo sucios aportarán más grasa a tu cuero cabelludo. En cuanto a los accesorios, procura usar gomas con protección y evita las horquillas oxidadas.
Si en otoño se te cae el pelo.
En estos meses, el pelo suele caerse más de lo habitual. Para mantener tu melena en su sitio, apunta:
Vitamínate. Toma alimentos ricos en vitaminas B5 y H, cereales, guisantes… y en azufre, pescado, huevos….
Llévalo suelto.
No te hagas coletas o trenzas muy tirantes: debilitan la raíz.
Masajéalo.
Cada vez que te laves la cabeza, y con el pelo seco, frota el cuero cabelludo con las yemas de los dedos durante 3 minutos.
Nútrelo.
Por cada 3 veces que te laves el pelo, una hazlo con este champú casero: mezcla dos yemas batidas con el zumo de medio limón y unas gotas de ron.