En la semana 10, todos los órganos vitales del bebé se han formado y han comenzado a funcionar juntos. A medida que ocurren cambios externos, como la separación de los
dedos de los pies y de las manos, y la desaparición de la protuberancia
de la columna, también ocurren los internos. Se forman las pequeñas
protuberancias dentro de la boca que crecerán hasta formar los dientes,
y en el caso de que el bebé sea un varón, sus testículos comenzarán a
producir la hormona masculina llamada testosterona. Es muy poco probable que las anomalías congénitas se produzcan
después de la semana 10. Esta semana también marca el final del período
embrionario. En general, el embrión tiene ahora un aspecto humano y la
semana siguiente su bebé será oficialmente un feto.