Te damos las claves para que te tiñas tú misma, paso a paso. ¡Te quedará perfecto!
Antes:
1. Hazte una prueba de alergia antes de aplicarte cualquier tinte: Ponte una gota en el hueco del codo y aguarda 12 horas antes de continuar.
2. Si tu pelo natural es claro y quieres oscurecerlo, no te lances con un tinte permanente; experimenta antes con uno temporal. Si no te gusta, en unos pocos lavados se irá.
3. Evita los tintes si tienes el cuero cabelludo sensible.
4. Aplícate una mascarilla en el último lavado y espera tres días antes de teñirte. El pelo sucio coge mejor el color.
5. Lee las instrucciones antes de aplicarte el producto.
6. Para evitar manchas en el cuello y sienes, aplícate antes una crema grasa o vaselina en esas zonas. Quita los restos con un algodón húmedo y algo de ceniza.
7. Para no mancharte la ropa, coge una bolsa de basura, haz un agujero en el fondo, pasa la cabeza y ajusta al cuello.
Durante:
1. Ponte guantes para evitar mancharte manos y uñas.
2. Divide el pelo en secciones con un peine y aplica el tinte con una brocha, empezando por la raíz y extiéndelo hacia las puntas. También puedes usar un aplicador de tinte.
3. Cuando hayas impregnado raíces y puntas, aplica el resto del producto por todo el cabello, masajeando suavemente.
4. Respeta los tiempos de espera aconsejados incluso en el caso de que, durante el proceso, el color te parezca excesivamente oscuro: El tono que toma el producto no corresponde con el color resultante.
Después:
1. Renueva el tinte cada 4 o 5 semanas, bien para retocar las raíces o bien porque el pelo haya perdido brillo.
2. Si se te ha caído alguna gota de tinte en la ropa, moja la mancha con zumo de limón, deja cinco minutos en reposo y añade leche fría. Tras una hora, lava normalmente.
3. Lávate el pelo con un champú específico para cabellos coloreados, que te ayudará a mantener el color perfecto. Aclara bien y acondiciona el pelo con el Bálsamo de Brillo. Como el tinte seca mucho el pelo, date una mascarilla dos veces por semana.