La ansiedad, la depresión y los días premenstruales, provocan el aumento de sudoración
El aumento de la sudoración en la piel se denomina hiperhidrosis. Se localiza en las regiones axilares, las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Aunque hay casos relacionados con otras enfermedades como la diabetes, por lo general se trata sólo de un problema estético que, lógicamente, afecta de forma negativa a la persona que lo padece.
Esta sudoración excesiva se produce porque el sistema nervioso ante una situación de estrés o una alteración emocional, empuja a las glándulas sudoríparas a producir más sudor. Eso explica que existan situaciones claramente relacionadas con la hiperhidrosis, como por ejemplo, la época de exámenes, momentos de miedo, tensión o depresión… En las mujeres, incluso, se puede dar en los días premenstruales.
En cuanto al tratamiento, las primeras medidas que puedes adoptar son:
Higiénicas: Es conveniente depilar el vello de las axilas, no utilizar calzado con suela de goma, y extremar la limpieza.
Alimenticias: Evita las comidas picantes o con muchas especias, y el alcohol. Toma vitaminas, sobre todo la B leche, legumbres y carnes, y la C frutas y verduras, ya que son reconstituyentes de los nervios.
Pero, si el problema persiste, existen diferentes tratamientos médicos en función del tipo de sudoración:
Compuestos por vía oral: En forma de cremas o soluciones. Las más efectivas son las que contienen sales de aluminio, glutaraldehído o formaldehído.
La iontoforesis: Se trata de un aparato que genera iones que penetran en la piel.
La toxina botulínica: Se inyecta en la piel. Su efecto es inmediato y dura entre 6 y 8 meses.
La cirugía: Elimina el origen de los impulsos nerviosos. Sólo se usa en casos extremos.