Todo lo que necesitas saber de las vacunas contra el COVID
Ante la pandemia de covid-19 que se ha prolongado durante casi dos años alrededor del mundo, la aplicación masiva y universal de vacunas se muestra como la única manera viable para mitigar la propagación del virus SARS-COV2, y así disminuir las hospitalizaciones y defunciones que el mismo ocasiona. Por ello, son muchos los países que han invertido cuantiosos recursos en la producción, adquisición y aplicación de las distintas vacunas anticovid aprobadas por los organismos nacionales respectivos. Y aunque no todos los países aplican todas las vacunas existentes (por ejemplo, en Latinoamérica hay una fuerte presencia de la vacuna CanSino y Sinovac, a diferencia de lo que sucede en Europa y Estados Unidos), el portafolio mundial de biológicos que se inoculan para aminorar los estragos de la pandemia ha ido creciendo con el paso del tiempo.
Sin embargo, no todas las naciones del planeta vacunan a su población al mismo ritmo. De hecho, la aplicación de vacunas se ha vuelto un fuerte indicador de la desigualdad socioeconómica entre países, pues mientras las llamadas naciones desarrolladas han inoculado a un porcentaje importante de su población, las consideradas “en vías de desarrollo” apenas han proporcionado vacunas a un reducido número de personas.
Por ejemplo, el portal Our World In Data, sitio web especializado en proporcionar datos estadísticos sobre diferentes temas, muestra que, para la primera mitad de septiembre, el 43.7% de la población mundial ha recibido cuando menos una dosis de alguna vacuna contra el Covid-19. Para alcanzar esos números se han aplicado 6.01 billones de dosis, además de que ahora diariamente se aplican 29.1 millones de dosis en todo el mundo. A pesar de lo alentador de estas cifras, las estadísticas arrojan que en países con bajo ingreso por persona, apenas el 2% de la población ha logrado recibir siquiera una dosis de cualquiera de las vacunas contra el covid actualmente disponibles.
Para muestra de lo anterior podemos observar el caso de España, que hasta la fecha ha logrado un avance del 77.41% de su población con esquema completo de vacunación y un 2.83% con al menos una dosis (en total, 80.24% de la población vacunada), en contraste con Nigeria, que ha vacunado a apenas el 2.09% de su población (0.84% con esquema completo y 1.25% con tan sólo una dosis). En el contexto americano, mientras Estados Unidos ha vacunado al 63.11% de su población (54.12% de las personas cuentan con esquema completo y sólo el 8.99% con una sola dosis), Haití apenas ha vacunado al 0.37% de su ciudadanía (0.16% con dosis completas y 0.21% con apenas una dosis).
Como se puede ver, la capacidad la capacidad de vacunación de las naciones depende profundamente de su situación económica, haciendo que aquellas con menos recursos no puedan inocular a su población con la misma velocidad. El problema de esto es que, dado que el Covid-19 es una pandemia que afecta a toda la humanidad, difícilmente podremos alcanzar la inmunidad global y detener por completo al virus SARS-COV2, a menos que las poblaciones puedan tener acceso a las vacunas de forma equitativa. Dado que el virus encuentra la capacidad de mutar gracias a su replicación constante en personas susceptibles a adquirirlo (principalmente los no vacunados), el acaparamiento de vacunas puede resultar contraproducente para los países que más han invertido en la vacunación, pues al seguirse propagando la enfermedad en los territorios con poco o nulo acceso a la vacuna, hay una mayor probabilidad de mutación del virus, lo que se traduce en nuevas variantes que desafían la efectividad de las vacunas existentes.
Esa es una de las principales razones por las que las personas deben preferir la vacunación en vez de abstenerse a recibirla. Renunciar a la vacuna no sólo supone un riesgo individual, sino que aumenta las probabilidades de la aparición de nuevas variantes del virus que, aunque no necesariamente sean más letales, sí prolongan la duración de la pandemia. Todas las vacunas aplicadas por los Estados han pasado por un riguroso proceso de aprobación, por lo que sin importar la marca o farmacéutica detrás de ellas, todas brindan un alto grado de protección y sobre todo, reducen significativamente el riesgo de hospitalización y defunción.
¿Dónde puedo vacunarme?
Los centros de vacunación dependen de cada país. Hay lugares como Estados Unidos donde las vacunas pueden encontrarse en farmacias, supermercados o instalaciones gubernamentales. En ese país puede consultarse www.vaccines.gov para mayor información.
En México, el registro para vacunación se realiza a través del portal https://mivacuna.salud.gob.mx/index.php y el certificado de vacunación puede descargarse desde la página https://cvcovid.salud.gob.mx/. Las sedes pueden consultarse a través de la secretaría de salud federal.
Para España, la consulta de sedes y horarios puede consultarse en el portal https://www.vacunacovid.gob.es/