Aunque se dice que la vejez es más un estado mental que físico no hay que ignorar que las personas que llegan a determinada edad deben cambiar sus hábitos alimenticios.
Sus cuerpos han cambiado por lo que la dieta tiene que adecuarse al mismo.
El problema
Básicamente se puede decir que una de las cosas que las personas que llegan a la tercera edad tienen que tener en cuenta es que su forma de vida ha cambiado. Por regla general, y por mucha actividad física que mantengan, no llegarán al nivel de desgaste de energía que tenían cuando eran jóvenes, por lo que el consumo de ciertos alimentos tiene que disminuir considerablemente.
Por otro lado en su cuerpo pueden surgir enfermedades como la diabetes, la hipertensión o el reumatismo. De esta forma es conveniente que las dosis de dulces o sal no sean las que consumían antes.
Otra razón por la que su alimentación debe cambiar es que si se preocupan en consumir fruta, verdura, yogures y leches vegetales, entre otras cosas, su nivel de vida y su bienestar aumentarán considerablemente. Los ancianos deben hacer unas cuatro comidas al día, comer muy sano y evitar cosas como el alcohol, el tabaco, el azúcar en exceso, o las grasas.
Los alimentos
Por todo lo que hemos dicho la dieta de las personas de la tercera edad debe basarse en frutas, verduras, cereales y productos lácteos (preferibles yogures, quesos blancos) evitando abuso de la leche y los quesos grasos. Los huevos se tomarán sin problemas varias veces a la semana.
Además de esto beber mucho líquido es muy importante para su salud. Puede tomar zumos de frutas, agua, leches vegetales (avena, arroz, almendra) e infusiones, y dejar de lado las bebidas con muchas calorías y con gas. Así su cuerpo estará hidratado y eliminarán toxinas. La fibra, tomada por medio de los cereales, la fruta y la verdura es indispensable para que su intestino funcione con regularidad.
La carne y el pescado también forman parte de una alimentación equilibrada, pero sin abusar de la carne, mejor más pescado y siempre preparado sin grasa, nada de fritos. Como ya hemos dicho hay muchas cosas que deben evitar, entre ellas estás: el tabaco, el alcohol, los bollos, bizcochos y azúcar en general, los embutidos, la mantequilla y la mahonesa entre otras cosas. La sal no es un buen aliado, así que lo mejor es acompañar los platos con hierbas y las ensaladas con aceite de oliva.
Un ejemplo a seguir
La dieta por supuesto tiene que ser lo más variada posible, pero os mostraremos un ejemplo de los alimentos que puede consumir una persona de la tercera edad en un día:
- El desayuno será completo y abundante para que cojan el día con energía. Lo más indicado es que se componga de cereales, un yogur, miel y frutas frescas. Esto puede variar a lo largo de la semana, los cereales pueden ser diferentes o se puede cambiar el yogur por leche vegetal o queso fresco por ejemplo. Los zumos pueden ser una buena opción.
- A la hora de comer, los platos se prepararan sobre todo con verduras y hortalizas. Ya hemos dicho que el aliño tiene que ser sólo de aceite de oliva dejando a un lado la sal o salsas con grasas o fuertes. Las verduras pueden tomarse en ensalada, puré o simplemente cocidas. Las legumbres son importantes pero sin abusar de ellas.
- A media tarde es conveniente que se tome algo de picar, una merienda que ayude a llegar sin hambre a la cena. Estará formado de un zumo de frutas, un yogur, una infusión y una o dos galletas integrales.
- Lo mejor para la cena es que sea ligera, por lo que tomar un puré de hortalizas, una sopita de verduras, o una ensalada de fruta en abundancia puede ser una buena opción y antes de acostarse lo mejor es terminar el día con un vaso de leche desnatada con miel.
Por último hay que pensar que la alimentación de cada persona varía según sus necesidades personales, por lo que una persona que tenga diabetes o hipertensión no puede tomar los mismos alimentos que una persona que no las tenga.