La vida son instantes de dicha y momentos de adversidad [25-07-2020]
Leyendo un articulo sobre los indígenas norteamericanos he descubierto una bella historia que forma parte de su idiosincrasia, de sus creencias de su sabiduría ancestral. En concreto es una leyenda del pueblo Cherokee, una de las cinco grandes tribus de Norteamérica, en concreto del Clan del Lobo, uno de los siete clanes que componían la Nación Cherokee, los “Aniwaya”, el clan más grande e importante dentro de esta tribu.
La Leyenda de los Dos Lobos cuenta que en nuestro interior habitan dos lobos en conflicto, el lobo negro que representa nuestro lado oscuro y el lobo blanco que es el representante de la luz. Muestran una dualidad entre el bien y el mal, entre la alegría y la tristeza, el orgullo y la humildad y todas las contradicciones complementarias entre sí que definen en gran parte lo que somos. Hasta aquí puede que nos hayamos encontrado con multitud de historias similares, con otras religiones, corrientes filosóficas o psicológicas que nos hablan de la dualidad, del ying yang, o como quiera que lo defina cada una.
Pero lo que me pareció más interesante de esta leyenda es que posee una ligera variación argumental muy interesante, pequeños matices que hacen valioso el relato, que hoy se podría convertir en una lección de desarrollo personal.
Me imagino a un anciano cherokee, de porte venerable, sentado a la puerta de su tipi una soleada mañana de primavera. A su lado, su nieto atiende fascinado a las historias que le relata su abuelo. Fabulosas historias ancestrales que le muestran la sabiduría de la tribu, el camino del clan, el sendero del guerrero, el destino de cada “anywaya”. El abuelo, con voz calmada, le cuenta al pequeño que en su interior, al igual que en el corazón de todos los hombres, residen dos lobos, uno blanco y otro negro, que se encuentran enzarzados en una terrible batalla cada día.
Los dos grandes lobos simbolizan las fuerzas opuestas, le indica el anciano al pequeño. Uno es el mal, la envidia, la ira, la avaricia, la arrogancia, la tristeza… El otro es la fuerza de la bondad, la alegría, el amor, la esperanza, la serenidad, la humildad, la compasión, la paz…
El niño, curioso como todos, pregunta a su abuelo qué lobo ganará la batalla. el anciano sonriente y rebosante de paciencia, responde que muchos te dirán que ganará el que tú elijas alimentar, pero en realidad ambos deben ganar, no es un juego de fuerzas, no es una lucha, es un juego de equilibrio.
Ante la inquietante e interrogante mirada del joven, el anciano guerrero sonríe y prosigue con su relato. Le cuenta que hay que alimentar a los dos lobos porque ambos se necesitan, que debemos guiarlos a ambos por el buen camino, que debemos tenerlos presentes a ambos. Porque la vida son instantes de dicha y momentos de adversidad, porque la vida puede ser benévola o brutal y estar tejida de complejas historias de amor y de odio, de serenidad y de pérdida. Así pues, prosigue el anciano, no se debe de alimentar a un solo lobo y matar de hambre al otro, hay que tener en cuenta a los dos sin tratar de eliminar o arrinconar a ninguno, sino tratando de tener en cuenta a los dos, de verlos, de controlarlos para vivir en equilibrio. El sabio guerrero le indica también que si solo elige alimentar al lobo blanco, el negro se ocultará pero no desaparecerá, aguardará acechante para atacar cuando lo encuentre débil o con la guardia bajada. Al lobo negro no se le debe menospreciar, porque aunque no lo parezca puede sernos necesario, aportando en alguna ocasión tenacidad, determinación o coraje, Debes alimentar a los dos lobos para aprovechar lo mejor de su naturaleza, para conocerlos y enseñarles a convivir en armonía. El niño sonríe a su abuelo, ha comprendido el mensaje. Ayuda a incorporarse al anciano y le ayuda a entrar en el tipi, el sol comienza a apretar. Absortos en la historia, no se percataron de la llegada del mediodía.
Me pareció una bonita enseñanza para compartir. Creo que nos muestra que más que matar a nuestros miedos, algo imposible, es mejor reconocerlos, entenderlos y transformarlos, acercándonos a ellos para comprender nuestras realidades internas sin arrinconarlas, sino más bien para comprenderlas y aprender de sus valiosas lecciones para ser un poco mejores cada día en busca de nuestra mejor versión. La leyenda aporta una de esas lecciones sobre el equilibrio y la gestión emocional, una clase magistral acerca del reparto inteligente de fuerzas.
Buen día a tod@s!!!
Os quiero Bandid@s!!!
“Si un hombre es tan sabio como una serpiente, puede permitirse ser tan inofensivo como una paloma” Proverbio cherokee
Pues os dejo con “Canción Cherokee De La Mañana”, una canción rescatada de la tradición cherokee y cantada por Polet Acosta…quizá se oia esta canción, entonada por las mujeres de la tribu, mientras el anciano contaba la leyenda a su nieto…