Una de las imágenes más recurridas de la primavera son los jardines repletos de bulbos en flor. ¿Por qué no disfrutar de su presencia también en Navidad?
Durante esta época los bulbos pueden ser los protagonistas de nuestros arreglos y regalos.
Todas las plantas bulbosas tienen su época de floración propia. Desde finales del invierno y comienzos de la primavera, los jardines se llenan de color y de vida gracias al florecimiento de los acónitos de invierno, las campanillas de las nieves, los crocus, Chionodoxa, narcisos, tulipanes, jacintos, alliuns, etc. Sean cuales sean las características de su jardín lo más seguro es que haya siempre un espacio para estas explosiones de forma y color, ya sea en un arriate de plantas vivaces, junto a arbustos de hoja perenne o bajo un árbol creando un tapiz de vivos colores.
A pesar de que la primavera es la época en la que los bulbos florecen naturalmente, hoy en día no tenemos porqué resignarnos a ello y perdernos su color y belleza el resto del año. Los bulbos pueden forzarse para lograr una floración anticipada, que puede producirse en una época tan señalada como la Navidad.
La paradoja que surge año tras año acerca de cómo decorar nuestra casa para esas señaladas fechas puede encontrar una original respuesta en la floración forzada de los bulbos. Por otra parte, que mejor regalo para ofrecer en Navidad que una hermosa flor.
Para que un bulbo florezca en primavera hay que plantarlo normalmente entre los meses de octubre a diciembre para permitirle que pase por un periodo de frío en el que desarrollará sus raíces y que resulta imprescindible para que florezca. En el caso de bulbos forzados el proceso ha de ser el mismo: para conseguir que el bulbo florezca durante las navidades tendremos que simular las mismas condiciones. Será necesario situarlos en un lugar frío y oscuro, tal y como acontece en su evolución natural, para favorecer el desarrollo de raíces y el florecimiento.
En nuestro hogar, con métodos caseros, podemos “crear” nuestro invierno propio a medida de los bulbos. Nos bastará con el frigorífico y con unas bolsas de papel. Colocaremos en ellas los bulbos y los dejaremos a una temperatura de unos 9º C durante un periodo aproximado de 9 semanas. Si no llegamos ya a tiempo de aplicar este tratamiento a nuestros bulbos en casa para las próximas Navidades, podemos recurrir a una solución mucho más sencilla: comprar los bulbos ya forzados y que están a punto para ser plantados. Y si esta solución tampoco nos conviene todavía nos queda la posibilidad de comprar bulbos plantados y ligeramente desarrollados, incluso con las flores comenzando a brotar.
Sea cual sea la opción por la que optamos, será indiscutible la originalidad de nuestros arreglos y regalos Navideños. Los bulbos en flor nos ayudarán a dar un toque elegante a nuestras casas y quedarán sumamente decorativos dispuestos en arreglos sobre la mesa de las tradicionales cenas que celebramos durante estas fechas.