Un poco de seguridad
Algo más de seguridad para sus hijos en la Red, el cangureo virtual.
Estas niñeras cibernéticas consisten en programas que restringen a los niños el acceso a páginas atendiendo, entre otros, a los criterios de violencia y sexo. Los padres pueden respirar algo más tranquilos y sus hijos disfrutar de los beneficios que tiene la Red.
Internet es la llave de acceso al conocimiento para sus hijos, pero también puede suponer un peligro para sus mentes.
El racismo, la violencia y la xenofobia se mezclan con juegos educativos y labores solidarias. Una gran telaraña de información que puede ser controlada a través de programas informáticos.
Aunque son los padres los principales encargados de la tutela de sus hijos lo cierto es que estos programas pueden facilitar enormemente su tarea. Este software no sólo controla las páginas visitadas, sino que también supervisa los mensajes de correo electrónico, los foros de discusión y los chats.
¿Qué posibilidades ofrecen los programas?
Estos programas ofrecen dos alternativas: realizar una censura de páginas en base a una serie de términos vetados, o memorizar una serie de páginas a las que se restringe el acceso.
Pero los programas de control de contenidos tienen un inconveniente. Cuando los padres indican las palabras prohibidas, estos programas muchas veces no se fijan en el contexto.
Así, puede suceder que el niño no pueda acceder a páginas que informen acerca de los derechos de los homosexuales porque anteriormente se había seleccionado homosexual como palabra no deseada. Situar la palabra en un contexto determinado y encontrar el sentido global es por el momento una tarea casi imposible. Los ordenadores todavía no están hechos para comprender, aunque todo llegará.
Lo que existe es cada vez una mayor especialización. Así se encuentran programas que permiten crear perfiles para que cada niño, en función de su edad, pueda acceder a ciertos tipos de páginas. Desde la introducción de los primeros programas de control, han ido apareciendo productos relativamente sencillos de utilizar, que permiten a los padres controlar y bloquear el acceso a determinados contenidos, aplicaciones u horarios. Todos ellos establecen diferentes posibilidades.
Bloquear direcciones.
Controlar las horas de acceso.
Impedir que páginas con determinados contenidos puedan ser consultadas.
Utilizar listas de acceso o de no acceso.
Aceptar listas de direcciones predefinidas o establecer las propia direcciones aceptadas o negadas.
Asignar diferentes perfiles en diferentes días y horas (trabajo, tiempo libre,..).
Regular qué servicios se pueden utilizar en cada momento y cada usuario: correo, news, chat, etc.
Impedir el uso de otros programas de navegación.
¿Cuál es el mejor?
Los precios de estos productos van desde 18 a 120€, dependiendo de las funciones y configuraciones, y todos ellos pueden adquirirse a través de la propia red. Para elegir el programa adecuado se deben tener en cuenta una serie de cuestiones.
¿Cuál es el criterio utilizado para bloquear el acceso?, ¿cómo restrictivo es de restrictivo?, ¿trabaja con los estándares del mercado?
Cómo filtra: ¿por palabras, por direcciones?, ¿tiene listas predefinidas?
Si tiene listas, ¿cómo se actualizan?, ¿cada cuánto tiempo?, ¿hay que pagar por ello?
¿Es fácil de usar y configurar?, ¿es un programa apropiado para padres que no tienen muchos conocimientos de informática?
¿Es suficientemente seguro para los más avezados navegantes?, ¿impide el uso en el ordenador de otros programas de navegación?
Una solución fácil
Deben saber que cuentan con un recurso más a la hora de saber lo que sus hijos ven. La mayoría de los programas navegadores guardan un archivo histórico de los sitios web visitados. Así podrán conocer las páginas a las que acceden, y aunque algunos niños de inteligencia precoz adivinen cómo borrar un registro, siempre quedará un hueco vacío que alerte a los padres.